Su discurso es un aporte a una filosofía de vida. Pepe
invita a vivir más, a quererse más. Invita a trabajar menos y vivir más. A
trabajar para vivir, no vivir para trabajar. En el fondo esconde un pensamiento
liberador y anticapitalista. Esconde una idea de cambio que permite crear una
práctica de liberar al ser humano de la dependencia despiadada del capital.
Provocar que los dueños de los medios de producción, los capitalistas, ganen
menos. Cuando el capitalista gana más, más plusvalía, es porque la gente vive
menos y se hace esclavo del patrón. Pepe no niega el trabajo, niega hacerse
esclavo del trabajo. El dios Mercado es la mayor amenaza para vivir, porque
impone las dinámicas económicas de las personas, las absorbe, moldea y financia
en “cuotas de tarjeta la apariencia de felicidad”. Una felicidad construida por
las marcas que invitan al derroche, y cuyo desenlace se vuelca contra la humanidad,
contra la naturaleza.
La filosofía de José Mujica envuelve una visión del
ejercicio político para servir, no para servirse. Que el político se parezca a la mayoría que representa, es una
orientación cuestionadora del establecimiento dominante, que niega en esencia
las clases sociales con menos oportunidades. Su filosofía práctica, la de
Mujica, es un cuestionamiento al enriquecimiento mediante la
instrumentalización de la acción política. Esta filosofía aborda la política
como buena, y cuestiona que los malos son los políticos. Un mensaje directo
para las izquierdas y las derechas. Lo dominante es que una porción del
liderazgo se ha enriquecido durante su estadía por el Estado. Las brechas de
acceso a bienes entre políticos y población son muy honda y profunda. Ya pepe
lo había dicho que “El poder no cambia a las personas, sólo revela quiénes
verdaderamente son”. Aquellos que firman que tienen como oficio o profesión la
política, José Mujica le cuestiona que no se puede vivir de ella porque es una
pasión para construir futuro mejor y a aquellos que les gusta la plata les
sugiere que estén bien lejos de la política. Es una filosofía de la ética en la
política.
Mujica es un ejemplo a seguir, su filosofía simplemente
debería ser la base de cualquier educación.